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El dilema de conseguir una copa menstrual

Hace unas semanas me llegó el período, pero oh, oh, la copa que había comprado hace cinco años, ya tenía pinta de decir: “Jefe, ya no te aguanto una menstruación más”. Había cumplido su vida útil y me pregunté: ¿Cómo es posible que hayan pasado cinco años desde que la compré?

Recuerdo cuando salió al mercado y pensé: “Quiero experimentar”. La adquirí y ahí me quedé.

Pero aquí venía el problema: ¿Cómo voy a usar una nueva? Ya estaba acostumbrada a la viejita. ¿Qué talla era? ¿Cómo iba a identificar si era la correcta? ¿Qué especificaciones debía tener? Hace cinco años la compré basándome en las primeras páginas de Google y en recomendaciones de influencers. Pero ahora, ni siquiera recordaba dónde había conseguido a mi compañera fiel.

Empezó la búsqueda. Yo, frente a la pantalla, con un montón de pestañas abiertas, leyendo sobre tallas, poderes, combos y hasta un esterilizador eléctrico. Así que, si estás en la búsqueda de tu copa ideal, tranqui, yo te voy a ayudar.

Primero, entendamos qué es una copa menstrual

Es un producto de higiene femenina reutilizable que recoge el flujo menstrual en lugar de absorberlo. Si es tu primera vez usándola, te recomiendo consultar con tu ginecóloga de confianza para hablar más sobre el tema y experimentar con tu cuerpo.

¿Qué talla soy?

Amix, yo me compliqué un montón porque no sabía cómo se mide una copa menstrual, pero la verdad es más sencillo de lo que parece. (Si prefieres, también puedes consultarlo con tu ginecóloga).

Para saber qué tamaño necesitas, hay que considerar la longitud de tu cuello uterino y la fuerza de los músculos del piso pélvico.

O puedes hacer como yo:

  • Talla I: Para mujeres de 18 a 30 años que no han tenido hijos por parto vaginal y que tienen flujo bajo o abundante.
  • Talla II: Para mujeres que han tenido hijos por parto vaginal o que son mayores de 30 años.

Cómo elegir la copa correcta

Esta vez, más allá de los “beneficios”, me fijé en los estándares médicos. Lo más importante para mí fue asegurarme de que:

  • Estuviera hecha de silicona de grado médico.
  • Fuera libre de látex y BPA (una sustancia química industrial). ¡IMPORTANTÍSIMO!

Usarla por primera vez: lo que necesitas saber

Si eres nueva usándola, puede que al principio te sientas incómoda. No te voy a mentir. Pero con el tiempo, ni la sentirás. En mi caso, nunca más volví a tener accidentes, y seamos sinceras, aunque son normales, nos pueden hacer sentir avergonzadas.

Si se te complica al inicio, puedes “lubricarla” con un lubricante a base de agua para facilitar el proceso.

Friendly Reminder: debes retirarla cada 6 a 12 horas, dependiendo de si tienes flujo abundante o no.

Ventajas de usar una copa menstrual

  • Recoge más sangre que las toallas higiénicas o los tampones.
  • Te permite observar la cantidad y color de tu menstruación para conocer mejor tu cuerpo.
  • Puedes dormir con ella sin accidentes.
  • Se puede usar mientras haces deporte.
  • No produce sequedad ni irritaciones.
  • Es amigable con el medio ambiente porque es reutilizable.

La compra final

Ya tenía clara mi talla y había encontrado mi marca favorita, así que fui con mi mamá a la farmacia más cercana y la compré. Los nervios eran reales porque justo al lado estaba mi segunda opción, y me daba miedo arrepentirme. Pero me dije: “No, mamona, llevas tres horas investigando, esta es”.

Compra efectiva. Llegué a casa y esterilice la copa antes de usarla por primera vez (y como se debe hacer con cada ciclo).

  • Lávate bien las manos. (Por recomendación de mi ginecóloga, hago este proceso mientras me ducho. Me relaja y facilita la inserción).
  • Encuentra una postura cómoda: en cuclillas, sentada en el inodoro o mientras te bañas. ¡Tú decides!
  • Dobla la copa de la forma que te resulte más fácil. (En Google hay varios métodos de doblado, experimenta con todos, hasta que encuentres tu favorito, el mio es tipo c).
  • Respira, insertala, verifica que esté bien puesta y listo.

Con el tiempo, la copa menstrual se volvió mi mejor bestie. Adiós toallas, hola comodidad. Puedo hacer ejercicio sin preocupaciones, conocer mejor mi cuerpo y soltar muchos tabúes.

Así que inténtalo. Puede que te guste o no, pero si nunca lo pruebas, nunca lo sabrás.

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