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“Casi fuimos algo”, ¿por qué duelen tanto?

Escrito por Laura Zambrano

Sé que puede ser difícil de entender el porqué no pasaron las cosas como lo soñaste, tal vez los escenarios de citas perfectas que generó tu mente compartiendo con esa persona te ilusionaron de más, o quizá fue esa persona la que te ilusiono de más. 

Aquí empiezan las preguntas: ¿por qué no sucedieron las cosas como lo soñaba? ¿Cómo dejé que esto me pasara a mí? ¿Por qué no se dio? ¿Era tan difícil amarme? 

Un sin fin de preguntas, sin respuestas que conllevan a un solo factor, los “casi algo” los “casi fuimos todo, pero a la vez no fuimos nada”, esas relaciones en las que nunca se llega a concretar algo para ser formalmente una pareja.

Alerta de spoiler, los “casi algo” duelen, incluso más que cualquier otra relación que sí se concreto.

Sé que estás aquí porque viviste un “casi algo”, quizá porque no quieres pasar por esto nunca en tu vida o simplemente porque amas CHURRA y su revista digital. Pues bien, prepárate para recibir un par de consejos al respecto, para que puedas identificar en qué etapa de tu “casi algo” estas o para que puedas evitar estas situaciones. 

Primero tienes que entender que la comunicación asertiva es ideal para convivir con otras personas, y en este caso es ideal para forjar con buenas bases una futura relación con un entorno sano en el cual puedas expresar lo que quieres decir con respeto y evitando a su vez inconvenientes.

En una etapa de conocer a una persona y empezar a salir, lo ideal es tener este diálogo en el cual deberás expresar lo que buscas, lo que quieres, lo que te gusta y lo que no te gusta, puesto que dejarás las cartas sobre la mesa y así se abrirá un diálogo en el cual ya se tiene claro el contexto de lo que se busca con esta persona.

Cabe aclarar, que esto es lo que deberías hacer tú, pero si de lo contrario esta persona evita este tipo de conversaciones, corre, porque si te quedas, empezarás la etapa de masoquismo. 

Masoquismo

Este es el infligirse voluntariamente dolor, esto lo menciono porque en esta etapa claramente ya debes estar pasando por situaciones de ansiedad, por no saber lo que esta persona desea o no construir contigo o quizá porque te confunde su comportamiento, pero está bien, porque aún estás a tiempo de alejarte y decidir voluntariamente no hacerte daño con un “casi algo” que no se concretará nunca. 

Es por esto que el ser masoquista solo te lleva a sobre pensar, pero no haces nada por huir de ahí y es que, alguno de los dos debe decidir cuándo parar, entender que si uno de los dos no quiere tener una relación concreta es hora de agradecer por lo vivido y avanzar con tu vida. 

Idealización

A su vez, la etapa de la idealización empezará a notarse, puesto que generas un modelo de perfeccionismo, algo ideal acomodado a tus necesidades, pasando por alto la realidad en sí, por lo tanto, idealizar a una persona nos lleva a convertirla en algo que deseamos; como su manera de comportarse, los detalles que tenga contigo he incluso la manera en la que te habla.

Es algo involuntario que lleva a una situación en la que vas a esperar demasiado de una persona que quizá ya esté dando su 100% o quizá no te quiera dar ni un 50%. Es aquí donde debes de nuevo detenerte y analizar si en serio quieres quedarte para recibir menos de lo que esperas. 

Estándares acertados

No me malinterpretes, tener tus estándares establecidos está más que perfecto, lo que no está bien, es no comunicarlo desde el inicio con la comunicación asertiva, llevando a que esperes demasiado de una persona que tal vez no quiera hacerlo. 

Si ya asentiste con la cabeza a cada una de estas etapas, es porque ya se te salió de las manos, y es momento de parar, analizar y confrontar a esa persona para que puedas decidir si continuar con tu vida y dejarlo/a ir.

Para que se convierta en una persona con la que fueron “casi algo” o si de lo contrario pueden llegar a tener una relación formal, pero en definitiva no te quedes en el medio de estas dos decisiones, en el limbo de “lo fuimos todo y nunca tuvimos nada”. 

Quiero terminar dejando claro que no todas las personas a las que conozcas serán tu futura relación, debes entender que existen personas que solo pasarán por tu vida para dejarte alguna lección o para que aprendas cuáles son tus estándares, tus límites y lo que te mereces recibir en una relación. 

¡Déjalo ser!

Tampoco te aferres a una persona, es ley de la vida que todas las personas deben alejarse en algún punto, y efectivamente como lo dijo Morat: “a veces dejar de querer es quererse también”. Prioriza tus estándares, y lo que buscas en una pareja.

Por último, no te culpes por haber estado en esta situación, por haber vivido por un corto o largo plazo en algo que nunca se formalizó, esto es parte de la vida y es mejor aprender de las experiencias y simplemente agradecer por este “casi algo” que llegó a ser un “casi nada”. 

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